Hiperhidrosis

La hiperhidrosis es un exceso de sudoración que supera al que necesariamente se requiere para la termorregulación normal. En los pacientes con hiperhidrosis el problema se produce cuando la sudoración se vuelve excesiva y no de forma acorde a la temperatura.
Es difícil cuantificar esta “sudoración excesiva", pero solemos tener como referencia la afectación de manera inaceptable de la calidad de vida de quien la experimenta, en sus actividades diarias, sus relaciones sociales y personales, y en su ámbito laboral.
Este problema puede hacer incómodo en cosas tan simples como dar la mano para saludar a alguien, o levantar el brazo, porque la ropa esté empapada en sudor.
La hiperhidrosis puede asociarse a la bromhidrosis (olor desagradable), provocada por los subproductos de las bacterias que colonizan las zonas sudorosas.

¿A quién suele afectar la hiperhidrosis?
La hiperhidrosis es un problema frecuente, dado que afecta al 0,6–4% de la población.
Tiene una incidencia 20 veces mayor en los japoneses que en caucasianos. Las mujeres se ven más afectadas que los hombres. Suele desarrollarse de manera bilateral (en los dos lados del cuerpo) y de forma más o menos simétrica (prácticamente por igual a cada lado).

¿Cuáles son las zonas afectadas por hiperhidrosis?

La hipersudoración puede aparecer en axilas, frente, palmas de las manos y plantas de los pies. Las axilas son las más afectadas (73%) seguidas de las manos (45,9%), los pies (41,1%), el cuero cabelludo (22,8 %) y las ingles (9,3 %). Aun así, este exceso de sudoración lo podemos encontrar en cualquier parte del cuerpo, incluida la cara y genitales.

¿Cómo funciona el bótox en la hiperhidrosis?
Las glándulas sudoríparas están inervadas por el sistema nervioso simpático y el principal neurotransmisor es la acetilcolina. Precisamente la toxina botulínica inhibe temporalmente el efecto de la acetilcolina, consiguiendo interrumpir la hiperactividad de las glándulas sudoríparas. El bótox bloquea los mensajes procedentes de los nervios que están ordenando a las glándulas sudoríparas producir sudor… y no se suda.

¿Cómo se realiza el tratamiento de la hiperhidrosis con bótox?
Mediante múltiples microinyecciones con agujas muy finas se administran pequeñas dosis de toxina botulínica en la zona definida. El tratamiento se hace bajo anestesia tópica. Así, dado que las agujas que se utilizan son muy finas, el tratamiento es prácticamente indoloro.
• Es un tratamiento de consulta
• Se tarda 30 minutos
• Se puede hacer en cualquier época del año, incluido verano
• Es prácticamente indoloro (sólo escuece un poquito)
• No requiere anestesia
• No requiere de cuidados especiales después de hacerlo
• No deja marcas
• Se puede hacer vida normal después de salir de la consulta

¿Cuánto tarda en hacer efecto el bótox?
La disminución del sudor empieza a ser evidente al cabo de 3-4 días, aunque es más o menos a las 2-4 semanas cuando ejerce su efecto máximo.

¿Cuánto tiempo dura el efecto?
El efecto en la reducción del sudor es temporal y puede durar entre cuatro meses y un año, dependiendo del caso. La duración media de los efectos es de unos 6 meses.

¿Cuántas sesiones hacen falta?

La mayoría de pacientes se hacen este tratamiento una vez al año, antes de que empiece el calor, habitualmente en los meses de abril o mayo, para que les dure hasta el otoño… y volver a repetirlo de nuevo cuando vuelve el calor.
En casos de hiperhidrosis más graves, o que ocasiones mucha incomodidad, se puede repetir el tratamiento 2 o 3 veces al año.

¿Qué tasa de éxito tiene?
La tasa de éxito de este procedimiento es del 90%. Esto quiere decir que después de este tratamiento, el 90% de los pacientes suda mucho menos o nada. En los raros casos en que el Botox no consiga el efecto deseado (se pueden generan anticuerpos frente la toxina), estaría indicado erradicar las glándulas sudoríparas.